10 palabras polisémicas que causan malentendidos
Tras el éxito que tuvo nuestro último artículo sobre las palabras más concisas del mundo, hemos querido investigar acerca de palabras polisémicas, es decir, las palabras que tienen varios significados.
La polisemia está presente en todas las lenguas del mundo. Una de las causas principales por las que nace la polisemia es por las metáforas que realizamos en la vida cotidiana como, por ejemplo: una cabeza de ajo, la espina dorsal, hoja de papel, etc. Sin embargo, el español es una lengua que se habla en casi 40 países del mundo, por lo que no es de extrañar que las palabras adquieran nuevos significados entre estos países y se conviertan en palabras polisémicas con percepciones completamente distintas.
En este artículo nos vamos a centrar en las palabras que tienen un significado diferente entre los países hispanohablantes. Nuestro objetivo es realizar una breve recopilación de 10 palabras polisémicas que pueden causar malentendidos y a la vez animar a nuestros lectores para que nos dejen sus comentarios con otras palabras polisémicas. Pongámonos manos a la obra con nuestra lista:
Palabras polisémicas
En México es un delicioso dulce de leche, mientras que en Costa Rica y Guatemala es una especie de turrón. Sin embargo hay que tener cuidado al utilizar palabras polisémicas como esta en Argentina y Uruguay, ya que hace referencia vulgarmente a la vagina. En la República Dominicana «dar cajeta» es sinónimo de «crear problemas».
Esta es una de las palabras polisémicas que podrían causar un malentendido si, por ejemplo, un mexicano se encuentra en Argentina de vacaciones y se le ocurre pedir de postre en un restaurante unas crepas de cajeta (crepes de dulce de leche). Imaginad la cara que se le puede quedar al camarero.
En España se utiliza como sinónimo del verbo «agarrar» o «tomar», mientras que en otros países latinoamericanos se entiende como «copular». Otra palabra con la misma terminación que se utiliza en España es «recoger» con el significado de juntar cosas que están separadas o de ir a buscar a alguien, entre otros. Esta palabra suena incluso más vulgar todavía en muchos países de América Latina.
Imaginad que puede suceder si un español le cuenta con entusiasmo a un amigo uruguayo que fue a una entrevista y lo «cogieron» (contrataron para un trabajo). El amigo, por razones obvias, quedaría muy asombrado.
En España y México, se define como la cubierta o caparazón que protege el cuerpo de algunos moluscos. También es un nombre propio femenino en España que proviene de Concepción y tiene otros diminutivos como Conchita o Conchín. Sin embargo, en Uruguay, Argentina, Chile y Perú se utiliza coloquialmente para referirse al órgano sexual femenino. A muchos ciudadanos de estos países les cuesta imaginar que hay mujeres que se llaman así en España.
En Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay, es una especie de fresón. Un español que escuche esta palabra por primera vez, entendería que es una fruta pequeña.
En España es un sándwich elaborado con un pan partido en dos y relleno, mientras que en Colombia y Venezuela es un dulce elaborado a base de guayaba, plátano o leche, de forma cuadrada y recubierto de azúcar. En México, Honduras y Cuba también se denominan así a diversos dulces cuyo ingrediente principal puede ser el coco o el boniato.
Esta es otra de las palabras polisémicas con significados muy variados dependiendo del país: en Argentina, Paraguay y Uruguay es un racimo de bananas; en Bolivia significa un espacio corto de tiempo; en muchos países latinoamericanos es el cuerno de algunos animales; en España, el Salvador y México se refiere a un trozo o porción de algo; en Ecuador es un chascarrillo generalmente obsceno; en Chile cuando se habla de «cacho», se habla de problema; mientras que en Venezuela y Colombia se trata de una infidelidad o adulterio. Tiene sentido, ya que en España «poner los cuernos» también significa ser infiel.
Si bien esta es una de las palabras polisémicas más conocidas, bien merece la pena nombrarla. En España y Chile, la palabra «carro» significa carreta o carruaje mientras que en la mayoría de países latinoamericanos se refiere a un automóvil. En España, si alguien te dice que se ha comprado un carro nuevo, piensas en un carrito de la compra, o en una silla de paseo para bebés, ya que en España diríamos: «me he comprado un coche nuevo».
En muchos países hispanoamericanos se utiliza esta palabra polisémica para designar una prenda femenina conocida en España como falda. En Colombia además es el vestido típico utilizado por las bailarinas de los bailes folclóricos colombianos. En España diríamos que «pollero/a» es la persona que se dedica a criar o vender pollos. En España ninguna chica diría algo así como: «esta noche me pondré una pollera y saldré de fiesta» porque suena muy mal.
Lo que en España y casi todos los países hispanoparlantes significa una línea o trazo sin forma definida e irregular, en países como Chile es una palabrota o palabra malsonante y en Cuba es una persona jorobada.
En la mayoría de los países hispanoparlantes se denomina así a la persona que practica el buceo o submarinismo, pero tiene muchos más significados. En El Salvador, México y Nicaragua es sinónimo de vivo, despierto o listo; en Argentina, Uruguay, Colombia y México es una prenda para cubrirse del frío (un jersey o suéter); en Venezuela llaman así a un morboso mirón; mientras que en Chile y Honduras es un conjunto de ropa deportiva (chándal).
___
Fuentes de imágenes: Cajeta, coger, concha, frutilla, bocadillo, cacho, carro, pollera, garabato y buzo.
___
Nos encanta aprender de nuestros lectores, así que agradecemos todos los comentarios que nos dejéis con nuevas palabras polisémicas.

«Pinche» – en colombia esto queire decir que se mira guapo/a «uiiii que pinche que no le luce» o creida/o » huy usted es muy pinchada con eses vestido»
en Mexico es un insulto
En Nicaragua «Pinche» es una persona tacaña.
¡Ya ves! En España también utilizamos «pinche» para alguien que es ayudante de cocina en un restaurante.
En Argentina y Uruguay no se dice carro, sino auto.
Nos la apuntamos 🙂 Gracias, Federico.