¿Por qué es tan importante la tarea del revisor?
Existen diversas etapas por las que pasa una traducción antes de entregársela al cliente, por ejemplo, la creación del proyecto, la asignación de traductores y revisores e incluso la corrección del texto final. En ocasiones, los clientes no entienden por qué debemos pasar una traducción al revisor y al corrector antes de entregarla y a menudo piensan que los traductores que hemos elegido para su proyecto no son los suficientemente competentes como para entregar un producto final de calidad. Sin embargo, esta idea generalizada es errónea.
Revisor vs. Corrector
Al contrario de lo que muchos creen, la tarea del revisor y la del corrector sí son dos labores completamente distintas. Por un lado, el revisor corrige posibles errores de estilo, de coherencia y de semántica comparando el texto traducido con el original. Por otro lado, el corrector se encarga de corregir errores ortográficos, gramaticales y de puntuación. Hoy nos centraremos en el trabajo del revisor.
La importancia del revisor
Ya vimos en un artículo anterior titulado La guía imprescindible para la revisión de textos la importancia que esta le da a la revisión de sus traducciones. ¿Te imaginas qué ocurriría si la Comisión Europea publicase un documento oficial en el que viésemos un término mal traducido o un error de estilo? La imagen de la Comisión Europea quedaría dañada. Sin embargo, esto no ocurre ya que la Dirección General de Traducción trabaja con el Manual de revisión de la Comisión Europea y revisa todas sus traducciones antes de que se publiquen.
Las traducciones son, en muchos casos, la primera impresión que tu empresa ofrece a tus futuros clientes potenciales. Si la traducción de tu página web o de tu folleto turístico, por ejemplo, no ha sido revisada y contiene errores podría perjudicar muy negativamente a la imagen de tu empresa y ahuyentar así a posibles contactos comerciales. En otras palabras, la revisión deja de ser optativa en el momento en el que la empresa le da importancia a su marca comercial. Una revisión a tiempo es una apuesta por la calidad.
Diferentes manuales de estilo para el revisor
Una vez establecida la importancia del revisor, debemos seguir un manual de estilo. En ocasiones, los clientes disponen de sus propias pautas y son ellos mismos quienes nos envían su guía para que la traducción sea coherente con otros textos traducidos con anterioridad. Por ejemplo, si una empresa ya tiene traducida su página web y decidió en su momento que una palabra en concreto siempre apareciese en mayúsculas, este término seguirá estando en mayúsculas en las nuevas traducciones gracias a su manual de estilo.
Por otro lado, periódicos como EL PAÍS o La Voz de Galicia y cadenas de televisión como Televisión española y Canal Sur Televisión-Canal 2 Andalucía cuentan con sus propias pautas y recomendaciones a fin de maximizar el rigor periodístico.
De igual modo, si todavía no tenemos claro qué manual utilizar o no disponemos de ninguno, podríamos utilizar el Diccionario de la Lengua Española o el Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española siempre y cuando tengamos en cuenta que en ocasiones es objeto de controversia y lo que para unos es aceptado, para otros no lo es tanto. Por ejemplo, algunas palabras que aparecen en el diccionario como “sordomudo”, “jonrón” “okupa” o “jueza” han sido cuestionadas por ser malsonantes, por tratarse de anglicismos o simplemente por no cumplir con las normas básicas de la gramática española.
José Martínez de Sousa, ortógrafo, ortotipógrafo y autor de la obra Manual de estilo de la lengua española a menudo discrepa con las aceptaciones del Diccionario de la Real Academia Española. Sousa opina que la comunidad de una lengua legisla sobre su propia lengua y ninguna persona o corporación puede cambiar esto.
Para el hablante medio, la autoridad máxima, algo así como el tribunal supremo del idioma, es la Real Academia Española. […] Incluso entre personas cultas es frecuente oír que tal o cual palabra «no está admitida» por la Academia y que por tanto «no es correcta» o «no existe». = En esta actitud […] hay un error fundamental, el de considerar que alguien —sea una persona o una corporación— tiene autoridad para legislar sobre la lengua. La lengua es de la comunidad que la habla, y es lo que esta comunidad acepta lo que de verdad «existe», y es lo que el uso da por bueno lo único que en definitiva «es correcto».
[Manuel Seco: Gramática esencial del español, Madrid: Aguilar, 1974, p. 235.]
Fuente: ADDENDA & CORRIGENDA
Otros profesionales
No solo los traductores trabajan con un revisor sino que los periodistas, escritores, publicistas, editoriales y medios de comunicación, entre otros, también cuentan con los servicios de estos profesionales antes de publicar sus textos. ¿Nunca has leído un artículo con algún error de concordancia en género o un libro con un tiempo verbal inadecuado? Esto se debe a una mala o nula revisión. Es más, a veces puedes llamar más la atención por estos errores y dañar así tu imagen que por los servicios o productos que estás ofreciendo. No es lo que estás buscando, ¿verdad? J
«El que no tiene dudas, el que está seguro de todo, es lo más parecido que hay a un imbécil» (José Manuel Caballero Bonald, escritor).
Fuente: lavadoradetextos.com
Conclusión
En definitiva, si quieres que tu producto y marca comercial tengan una repercusión positiva en tus clientes, confía tus traducciones a un revisor. La inversión será mínima comparada con los beneficios que obtendrás a cambio.